Las ruinas de la antigua, gloriosa y colosal Sagunto, hoy piden auxilio... Auxilio para ser salvadas de las manos de un enemigo diferente al que han estado acostumbradas a combatir a lo largo de los siglos, no se trata ni de los Cartagineses y Aníbal, ni de los Árabes, ni siquiera de las tropas del Rey Jaime I. Se trata de los políticos de hoy en día.

El estado del castillo, es hoy por hoy una ruina, y no precisamente por la mala conservación de los restos, sino por la "dejadez" por parte de los políticos que no quieren invertir en la conservación del patrimonio. El turista que visite el castillo, se encontrará con un itinerario inexistente para realizar el recorrido por el mismo, verá como los "cactus o paleras" inundan toda la zona de ruinas al igual que la maleza y las malas hierbas. El visitante, tampoco se dará cuenta de lo que está viendo dada la inexistencia de paneles informativos o indicaciones. Una reconstrucción en tres dimensiones, simulada por ordenador, sería lo idóneo para mostrar al visitante, la grandeza que llegó a tener esta extraordinaria y mágica ciudad, lo malo es que no existe.

Llega la hora del teatro. Un inmenso teatro romano construido en el siglo I y en un estado de ruina bien conservada, aunque ya había sufrido algunas modificaciones a lo largo de la historia, es blanco de los políticos, cuando en el año 1986 se decide "restaurarlo" de forma ilógica. Se colocan planchas de mármol blanco sobre las ruinas de las gradas y se cubren por completo. Se construye un nuevo paredón frontal que nada tiene que ver con lo que un día fué el original. El diseño es completamente nuevo y no se basa para nada en la história ni en la arqueología. Los encargados de realizarlo son los arquitectos Giorgio Grassi y Manuel Portaceli. Las ruinas originales quedan enterradas bajo la sombra, mientras el teatro se prepara para acoger a los espectadores más pudientes entre sus primeras filas (aquí aparece don dinero).

A día de hoy, las ya finalizadas obras de reconstrucción del teatro han sido ilegalizadas y se va a proceder a dejar las ruinas "como estaban" (todos sabemos que algún daño "extra" van a sufrir) antes de la decisión de 1986. Vamos, que nos quedamos como estábamos. Con un teatro en estado de ruina, y unos cuantos miles de euros arrojados a la "hoguera", como siglos antes sucediera con los habitantes de Arse.

Mi opinión personal: Ahora, una vez revertida la reconstrucción de las ruinas, deberían volver a reconstruirlas pero esta vez respetando los restos que ya existen. Complementando las actuales ruinas y no tapándolas. Basándose en los restos históricos, en las cimentaciones originales, en la arqueología y no cayendo en los errores del pasado. ¿La financiación? Deberían pagarla los políticos de sus mismos bolsillos.

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En Planeta Graffiti, no apoyamos a ningún partido político. Somos ajenos a estos temas, sin embargo, hemos decidido incluir este vídeo, por lo bien que muestra el estado del teatro antes y después de las obras de reconstrucción.

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