Hoy queremos hablaros de unos hechos, que para nosotros son lametables. Ocurriéron en el año 1987, sin embargo todo comenzó cuándo en 1965, con una España dominada por Franco, el gobierno decidió poner en marcha un monumental y faraónico proyecto. La construcción de un embalse con más de 650 hectómetros cúbicos de capacidad y preparado para regar unas 80.000 hectáreas, en pleno corazón de Castilla y León.

El proyecto del embalse, no tenía en cuenta que bajo sus aguas, quedaría sepultada toda una comarca, compuesta por 11 pueblos, siendo la población de Riaño (3.000 habitantes), el núcleo más importante de todos.

Según muchos, el gobierno no pagó una cantidad de dinero suficiente por las viviendas expropiadas y por esta razón, y obviamente muchas otras, los vecinos de estos pueblos, se negaron a abandonar la tierra donde nacieron (sin embargo la presa, y gran parte de las obras, ya estaban concluidas).

Es como si cada día, sacaran al pueblo al patio de fusilamiento, y lo volvieran de nuevo a la celda.

Afirmaba un ciudadano de Riaño.

Por estas razones, las obras del embalse se vieron paralizadas durante 22 años, hasta que en 1987 ocurrió algo sin precedentes en la democracia española. Se daba de nuevo luz verde a la ejecución de unas obras, que ahogarían las esperanzas y futuros de miles de ciudadanos. ¿A dónde podrían ir todas esas familias, ancianos y niños, sin una vivienda en la que resistir el paso de los años? Sólo ellos lo saben.

El día final se acercaba.

Algunas familias comenzaban a hacer las maletas, otras comenzaban a atrincherarse en sus casas, dispuestos a dar su vida si era necesario, para defender sus hogares.

Más de 200 efectivos de los antidisturbios, caballos, camiones y helicópteros tomaron el pueblo de Riaño y sus alrededores. Los vecinos indefensos, se veían reprimidos por las fuerzas del estado hasta tal punto, que muchos de ellos subieron al tejado de las casas. Muchas de ellas ya habían sido derrumbadas ante las atónitas miradas de sus moradores.

Miles de personas sin hogar.

Suicidios, heridos graves, familias destruidas y 11 pueblos sumergidos bajo las gélidas aguas del río Esla, fueron el precio que realmente costó la construcción del embalse de Riaño.

A continuación, os ofrecemos el documental "Riaño Vivo" en el que se muestra perfecta y claramente la triste historia de Riaño. Con testimonios tomados in situ de los vecinos del antiguo pueblo (hoy sumergido), inmortaliza la "guerra" vivida contra los agentes antidisturbios. Un documental digno de ver, en el que aparece el famoso actor Imanol Arias, que por cierto, nació en Riaño.